Drones, internet de las cosas, robótica, inteligencia artificial, aplicaciones móviles, realidad aumentada, coches de conducción automática, impresoras 3D, sensores, big data, cloud computing, etc. Raro el día que no recibimos un input sobre la importancia de la transformación digital (TD) en nuestras vidas, de lo importante que son las tecnologías y sobre todo de lo importante que van a llegar a ser en el mundo del mañana y razones no faltan para estar atentos. Si nos aplicamos específicamente en el sector agroalimentario la TD la podemos denominar AGRO Transformación Digital (ATD).
Es cierto que la alimentación se sitúa la base de la Pirámide de Maslow, después viene todo lo demás y también es cierto que en el mundo que estamos y sobre todo el que viene, híper poblado y en pleno cambio climático, el sector alimentario suscita un interés inusitado. Multinacionales de otros sectores han puesto su punto de mira en la alimentación y se están creando multitud de starts ups que van desde la producción en campo en campo hasta el intestino grueso del consumidor final.
Existen sin embargo varios errores que se suelen repetir cuando especialmente una empresa agroalimentaria decide abordar la ATD y que a mi juicio son los siguientes:
1. Pensar que es más digital que transformación. No se trata meramente de incluir nuevas tecnologías ni combinaciones lineales de ellas en la parte productiva, se trata transformar el negocio y las personas que lo hacen posible. El centro de la ATD es la Transformación, es decir en la reformulación estratégica, es la estrategia de la estrategia, es volver a definir donde estamos, donde queremos llegar y como lo vamos a hacer. Puede que cambie el modelo productivo, los clientes, las razones de compra de los clientes finales… puede que cambie todo.
2. Echarse en los brazos de autodenominados mesías de la ATD. En esta situación hay algunos mesías de la TD que prometen muchos beneficios en el corto plazo y sin esfuerzo. Como cuando ves un libro titulado “aprenda alemán en 7 días sin esfuerzo”, sabes que no va a ser verdad. Si han incorporado un ERP a su empresa, saben que se pasa por una crisis de un año o dos, con la ATD la “crisis” va a ser continua, o se hace surf sobre los cambios o se va a pasar mal. Más que mesias necesitamos compañeros fiables de viaje dispuestos a remangarse y sufrir con nosotros.
3. Aplicar las mismas reglas que el mundo analógico. El mundo digital tiene otras claves de funcionamiento diferentes. Los nativos analógicos a duras penas conseguimos entender lo que están suponiendo estos cambios. Lo que hasta ahora nos ha servido, a partir de ahora puede que no, es más, la mayor parte puede que no. Hay un libro magnifico que ilustra las tremendas diferencias entre el mundo de los negocios analógico y el digital, “The digital transformation playbook” de David L. Rogers.
4. Olvidarse del componente psicológico. La ATD no es solo tecnología, es también como afectan éstas al comportamiento de los dos hemisferios cerebrales de los que tienen capacidad de decisión en nuestro negocio, desde nosotros al cliente final. Y claro el cerebro tiene dos hemisferios el racional y el emocional. Pensar que solo contando los beneficios racionales nos van a comprar la idea es un grandísimo error. El cerebro emocional es casi siempre el que tiene la última palabra y entender las palancas emocionales de decisión es clave.
5. Dejar que otros te hagan todo el trabajo de aplicación en tu empresa. La última milla en el proceso de aplicación de la ATD las vas a tener que hacer solo con el equipo de tu empresa, la última adaptación al negocio particular tuyo solo la puedes hacer tu, y nadie mejor que tu, y si no la haces se quedará sin hacer y de poco habrá servido haber recorrido previamente quizás cientos de millas y de haber gastado una fortuna. Es como pararse en una maratón a cien metros de la meta.
6. Pesar solo en mi eslabón de la cadena de valor. La ATD afecta a todos los eslabones de la cadena de valor y no solo al mío, el negocio y sus palancas se redefinen totalmente y los cambios en cualquier lugar afectan a cualquier otro, como el efecto mariposa de la teoría del caos, el aleteo de una mariposa en Hong Kong desencadena una tormenta en Nueva York. Igual ocurre en la ATD, si por ejemplo un prescriptor de redes sociales en Alemania anuncia los beneficios-perjuicios de un producto esto afecta a los agricultores al otro lado del globo de manera inmediata.
7. Dejar en manos de departamento técnico la aplicación de la ATD. La ATD nace en la dirección y se ha de convencer uno por uno a todos los departamentos de la empresa y a sus órganos de dirección. La política de comunicación constante por parte de dirección y de vigilancia de ejecución de la hoja de ruta es absolutamente clave. El primer experto de la ATD es el director general. Los cambios pueden ser tantos y tan profundos que van a requerir esfuerzos, a veces titánicos en comunicación.
Tener en cuenta estos factores ayuda a no caer en callejones sin salida, en campos de minas, desengaños y sangrías financieras. La ATD es una gran oportunidad para las empresas agroalimentarias y hasta ahora hemos tenido un poco más de tiempo para adaptarnos que otros sectores como fotografía, agencias de viajes, enciclopedias, libros, taxis y música, pero todos los sectores tarde o temprano han de pasar por el gran agujero negro de la TD y más nos vale estar preparados o podemos desaparecer para siempre tras el horizonte de sucesos y que las generaciones futuras escriban casos de negocio sobre lo que pudimos ser y no fuimos.